Lo hizo este sábado en Getafe y lo hizo con muy buena nota.
Pero antes de hablar de su debut, me gustaría hablar de la serie de circunstancias que han llevado a que este fin de semana Roberto vistiera por primera vez la elástica maña.
El primer factor que intervino en este suceso fue la convocatoria del por el entonces portero titular del Atlético, Sergio Asenjo, con la selección sub-20 para jugar el mundial de Egipto.
La ausencia del guardameta fue suplida por Roberto, que jugó contra Barça, Almería y Valencia en Liga y contra el Oporto en Champions.
Precisamente en este partido europeo, Roberto se lesionó a los 20 minutos y, con Asenjo ausente, tuvo que ser sustituido por el joven portero del filial y, en ese momento desconocido, David de Gea.
Y de Gea se marcó un partidazo. Y la afición colchonera pidió su titularidad. Y con el tiempo llegó a obtenerla, incluso con Asenjo ya disponible.
Con este panorama (De Gea titular y Asenjo como suplente), poco pintaba Roberto en el equipo, así que en el mercado de invierno fue cedido al Real Zaragoza, equipo con tremendos problemas en la portería.
Así fue como llegó Roberto al equipo aragonés, gracias a una convocatoria de un compañero, a una lesión propia y a la calidad de quien lo sustituyó.
Sin embargo, no ha sido hasta esta jornada cuando ha podido debutar, arrebatándole la titularidad a un Carrizo que terminó de perder la confianza el pasado fin de semana ante el Sporting de Gijón.
Y lo ha hecho a lo grande, con varias intervenciones de mérito y dejando su portería a cero.
Esto no lo había conseguido aún en sus tres partidos en Liga con el Atlético, ya que recibió dos goles de Valencia y Almería y cinco del Barça. En el partido contra el Oporto se marchó lesionado cuando el marcador aún dictaba 0-0 (el partido acabaría 2-0 para los portugueses).
La temporada pasada, el Zaragoza, en Segunda División, sufrió un cambio radical en su racha de resultados con la llegada de Toni Doblas, portero que dio seguridad a la zaga maña, que se iría extendiendo al resto del equipo. Gracias a ello, el equipo aragonés encadenó una racha de resultados magnífica que lo acabó colocando en puestos de ascenso.
Esperemos que este año Roberto provoque un efecto similar en la plantilla. Una plantilla cada día más completa, con defensas seguros (Contini, Jarosik), centrocampistas creativos (Ander, Eliseu), delanteros efectivos (Suazo, Arizmendi, Colunga, Lafita) y, a partir de hoy, un guardameta que promete mucha más tranquilidad en la portería.
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