Vuelvo a escribir en la Tribuna tras aproximadamente 3 meses de inactividad porque me he sentido en la necesidad de hacerlo. De hacerlo para defender a mi equipo, el Real Zaragoza, de las acusaciones que están siendo vertidas contra él en las últimas fechas, especialmente por parte de los miembros del Granada CF.
Y es que los nazaríes, que hace una semana se veían con pie y tres cuartos en 1ª división tras imponerse a un Espanyol de vacaciones (a diferencia de los equipos que se han enfrentado a los maños últimamente, con la salvedad del Racing), empiezan a sentir temblores al sentir en la nuca el aliento del infierno.
A pesar de que tienen un colchón relativamente importante (dos equipos entre ellos y el descenso, y la necesidad de un solo punto para lograr la salvación matemática), la inesperada vida con la que llega el Real Zaragoza a la última jornada de competición, no puede hacer otra cosa que inquietar a los granadinos.
Ante tal presión, no han visto una salida mejor a sus problemas que echar basura sobre otros equipos, en lugar de preocuparse de limpiar la propia. El presidente de la entidad, Quique Pina, hombre de bien y sin ningún tipo de negocio oscuro (nótese la ironía), lleva ya un tiempo insinuando (cuanto menos) que hay algún tipo de amaño en la remontada zaragocista que lleva produciéndose durante prácticamente toda la segunda vuelta (aunque al Sr. Pina le hayan parecido solo seis jornadas), y para colmo de males, la Federación le ha dado más munición asignando un árbitro de Zaragoza para el partido que su equipo disputaba el pasado fin de semana ante el R. Madrid (equipo también de vacaciones, y además de resaca).
Lo cierto es que los seguidores zaragocistas somos los primeros incrédulos ante la hazaña que están logrando los jugadores blanquillos de la mano de Manolo Jiménez. Porque no, Sr. Pina, el equipo que ha hecho 28 puntos en la 2ª vuelta no es el mismo que en la 1ª no pasó de los 12. Hubo un trascendental cambio de entrenador, llegaron refuerzos invernales, la afición empezó a entregarse con el equipo y esas cosas que revierten situaciones en todas las ligas del mundo.
Como iba diciendo, Sr. Pina, en esta increíble remontada hemos empujado todos: jugadores, técnico, afición... Todos excepto uno. El único que estorba más que ayuda. Agapito Iglesias, el mismo al que usted acusa de "encargarse" de ganar los últimos 6 partidos de Liga. Seis partidos en los que, por cierto, se encuentran el Zaragoza-Granada que le ganamos a su equipo y un Mallorca-Zaragoza que se saldó con nuestra derrota. Así que usted verá cómo se come eso, teniendo en cuenta sus acusaciones.
Los jugadores están llegando a este tramo final de temporada totalmente muertos. Dada la escasa profundidad de la plantilla, se ven obligados a disputar casi los mismos jugadores un montón de partidos en un corto espacio de tiempo (aunque Lotina, otro que tal baila, debe pensar que esto solo afecta a los jugadores de su equipo) y teniendo que dejarse la piel en todos ellos. Pregúntele a Zuculini, que el otro día salió del campo orinando sangre. Pregúntele a Obradovic, que jugó unos minutos cuando estaba medio lesionado. Pregúntele a Apoño, que acortó su recuperación de 2 semanas a 5 días para poder ayudar al equipo.
Pero bueno, imagino que ese argumento no bastará para convencer a mucha gente. Por eso habría que analizar los partidos sobre los que recaen sus sospechas, Sr. Pina. Habla de las 6 últimas jornadas, que podrían interpretarse como las 6 últimas del calendario (33 a 38), o como las 6 últimas a efectos prácticos (34 a 38 más la aplazada jornada 20). Veamos, pues:
- J. 33: Sevilla 3-0 Zaragoza. Supongo que sin el dinero de Agapito nos habrían metido 9.
- J. 34: Zaragoza 1-0 Granada. Habría que ser tonto para dejarse comprar por un rival directo, Sr. Pina. O sea que no descartaré que así haya sido.
- J. 35: Mallorca 1-0 Zaragoza. Me remito a la J. 33.
- J. 36: Zaragoza 2-0 Athletic. A este partido llega el Athletic con numerosos titulares descansando, como consecuencia del partido que el equipo bilbaíno había disputado pocos días antes en Europa League. Algo totalmente lícito (al igual que las numerosas suplencias del Madrid en el partido que su equipo tiró por la borda este sábado). Es posible, no obstante, que Agapito Iglesias, uno de los empresarios más ricos del mundo, pagara previamente a Manchester United y Schalke 04 para que se dejasen eliminar por los vascos y así el calendario nos favoreciera de la forma que lo ha hecho. Posteriormente, iría a convencer a Marcelo Bielsa (que como todo el mundo sabe es un entrenador mercenario, sin ningún tipo de sentimiento por el fútbol) de que le dijera a De Marcos que, a puerta vacía, le disparase a la cara a Pablo Álvarez. Y cierro párrafo, que me va a explotar el ordenador de tanta ironía.
- J. 20: Zaragoza 1-0 Levante. Partido contra un equipo que se jugaba entrar en Europa por primera vez en su historia (casi nada), y que llegaba con las importantes bajas de Koné (acumulación de tarjetas+lesión+voluntad del jugador de no marcar goles para no volver al Sevilla, todas ellas razones provocadas por Agapito sin duda) y Barkero (lesión). Se gana 1-0 con el Levante colgando balones a la olla hasta el pitido final...
- J. 37: Zaragoza 2-1 Racing. Un Racing ya descendido, estaba claro que no lo iba a dar todo en la Romareda, sin necesidad de que nadie les comprara. Aún así costó ganarles, pues se adelantaron en el marcador, Mario firmó un gran partido (para que luego algunos le critiquen por fallar en el 2-1 definitivo) y la suerte tampoco estuvo de nuestro lado con un par de balones al palo.
- J. 38: Getafe-Zaragoza. Está por ver lo que pasa, pero un Getafe que lleva dos semanas de vacaciones, también sería normal que no fuera a por todas...
Conclusión: Acusaciones absurdas e infundadas.
Pero esperen, señores, aquí no acaba la cosa. Y es que este sábado el Granada no entra en cólera por la victoria del Zaragoza (que también). Lo hace porque deja escapar en 10 minutos un partido que tenía ganado contra el mismísimo Real Madrid (versión beta) y que, de haberlo ganado, hubiera supuesto la salvación matemática. ¿Se enfadaron con ellos mismos por el gran traspié? ¡Evidentemente no! Sus iras recayeron sobre Clos Gómez, árbitro aragonés que, teniendo que tragarse el marrón impuesto por la Federación, tuvo que comerse también insultos, amenazas y botellazos en el campo de batalla en que se convirtió el Nuevo Los Cármenes. Y todo ello haciendo una arbitraje más que correcto, señalando un penalti que sería sancionable en todos los deportes salvo el rugby y la lucha libre y pitando el final del partido con la hora ya cumplida, aunque el Granada quería quedarse lanzando córners hasta el día del juicio. La fiesta quedó aderezada, además, con el gol en propia de Cortés en el último minuto de partido (supongo que también bajo las órdenes de Agapito). Así que, Sr. Pina, mejor preocúpese de dejarles claro a sus jugadores a qué deporte juegan y en qué portería marcan.
El Granada se ha metido en un berenjenal. Está a un solo punto de salvarse, pero no lo tendrá nada fácil. Y no lo tendrá fácil porque decidió entrar en la guerra cuando ya estaba casi fuera. Una guerra en la que, haciendo un juego de palabras con el nombre del equipo, le han quitado la anilla a su propia "Granada". Y si se preocupan más de deshacerse de ella que de buscar alguien a quien poder tirársela, solo en ese caso, quizá consigan que no les explote en las manos.
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