jueves, 3 de enero de 2013

Crítica de "Hechizos, pócimas y brujería"



Con ya tiempo para haber escuchado y re-escuchado el disco múltiples veces, atendiendo en ocasiones a la música, en ocasiones a la voz, en ocasiones a la letra, y en ocasiones al conjunto, voy a realizar mi análisis del álbum. Aclaro que no soy ningún experto musical y mi análisis no va a ir por esos derroteros, sino por la simple opinión de un fan atendiendo a sus gustos. De hecho, incluso voy a darle un formato de crónica de cómo lo escuché. Perdonad si se hace un poco largo. Ahí va:

El mismo día que salió el disco a la venta en España me lo descargué al ordenador (lo que no quita que unos pocos días más tarde, cuando llegó a la pequeña ciudad en la que vivo, me lo comprara en la tienda). Miré el listado de temas y varias cosas me llamaron la atención: títulos tales como "H2Oz" o "Celtian", la escasa duración de "A marcha das meigas" respecto al resto de temas (lo que me hizo suponer acertadamente que se trataba de una instrumental), la cercanía de dos títulos como "El mercado de las brujas" y "Brujas" y la presencia de esa canción final, con el título del disco, de mayor duración que el resto pero tampoco excesivamente larga. Nombres como "Satanael" o "Xanandra" también me llamaron la atención en su momento, cuando salieron a la luz días antes del lanzamiento del disco.

Confieso que hice algo un poco extraño: escuché los temas extras ("Piratas", "Desde mi cielo (orquestal)" y "Obertura Xanandra") antes y no después que el resto de temas. Lo hice así porque quise quitármelos de encima cuanto antes, no porque pensara que fueran a ser de peor calidad que el resto, sino para luego escuchar el disco en sí y que mi escucha finalizara con ese tema final que, haciendo caso al historial del grupo, podía tratarse tranquilamente del mejor del disco (así ocurrió, para mi gusto, con "Finisterra", con "La venganza de Gaia" y con "La Cantata del Diablo").

Así que me puse manos a la obra con "Piratas", una canción que me atrapó desde el principio, casi desde que leí el título, y con un ritmo y una atmósfera muy de mi gusto. Está cantada a coro por varios de los integrantes del grupo (ignoro quiénes, me imagino que Zeta, Patricia Tapia y Tony Menguiano), un gran acierto para el estilo de la canción. Y tras mis varias escuchas del disco, he de decir que es una de las mejores del mismo, incluso diría que es la que tiene una mejor letra (por cierto, perfecta para cantarla con amigos cualquier noche de juerga).

Pasé pues a “Desde mi cielo (orquestal)”, que al principio había pensado que sería una versión nueva de la canción original completa, pero al ver la duración de la misma me di cuenta de que evidentemente no podía ser así. Al final resultó que ya la conocía, ya que era la música que se empleó de fondo en el “anuncio” del disco. Me gusta, aunque he de decir que más en el contexto del vídeo publicitario que escuchada por sí sola. La canción original es para mí la mejor balada de la historia del grupo, lo que ayuda a que esta versión me guste también.

Y “Obertura Xanandra”, tanto por su nombre como por la música en sí, encajaría perfectamente como la intro del disco (de hecho, para mí prácticamente lo fue, pues la escuché justo antes del primer tema del álbum), pero por lo visto el grupo no quiso hacerlo así en esta ocasión, aunque imagino que la canción fue preparada con ese propósito por si hubieran optado por ello. No tiene nada que ver, por lo menos que yo haya notado, con la canción “Xanandra”.  Una “no-intro” con un aire muy misterioso, y que para mí cumple la función que tendría que cumplir si fuese el primer tema del disco: dejarte con ganas de escuchar más. No llegaría al nivel de las mejores intros del grupo (en mi opinión son Obertura MDXX y Volaverunt Opus 666) pero no está nada mal…

Y pasamos ya a “El libro de las sombras”, el primer tema del disco en sí, que, aparte del sonido de la guitarra siendo enchufada, desde el principio me recordó a “La voz dormida”, algo no necesariamente malo, máxime teniendo en cuenta que para mí ese tema es de los mejores de la banda. Y cuando entra en escena Zeta con su voz vuelvo a tener la sensación de que ya he escuchado eso antes, pero en este caso no podía identificar dónde…hasta que en la segunda escucha me di cuenta de que tiene la misma melodía que “Piratas”, claro. Canción entretenida, con estribillo pegadizo, y algo que a mí siempre me influye mucho a la hora de juzgar canciones: fácil de cantar (para mí al menos, claro). De las mejores del álbum.

Y llega “H2Oz”, la que muchos han bautizado como la nueva “Hasta que el cuerpo aguante”. Desde luego el mensaje va por esos derroteros. A través de la letra, Txus reivindica que el grupo sigue y seguirá vivo, a pesar de los numerosos cambios sufridos en su plantilla (especialmente, claro está, el cambio de vocalista). Luego está el polémico asunto de las “pullitas” lanzadas a los que se marcharon del grupo (“el espíritu de este tinglao estaba en nosotros en vez de en algún pringao” o “cuando las ratas huyen el olor también se va”), que a mí personalmente no me gusta pero tampoco es algo que afecte a mi valoración de la canción. Una canción que me gusta mucho, de nuevo de las mejores del disco (y ya van tres de cinco…prometo que no todas van a tener una tan alta estima por mi parte).

Para pasar a hablar de “Xanandra” hemos de realizar un “flashback”, ya que la escuché cuando salió a la luz en su día, un tiempo antes de que fuera lanzado el disco. Lo más destacable de la misma para mí, por supuesto, es que fue lo primero que escuché cantado por Zeta. Y la verdad que enseguida me di cuenta de que la marcha de José Andrëa no iba a ser tan dramática como imaginaba. Zeta canta muy bien y en registros muy parecidos a su predecesor. Evidentemente tendrá que ganarse el cariño de los fans, pero la calidad vocal la tiene sin duda. Como anécdota, cuando un amigo mío también fan de Mägo escuchó la canción, creyó escuchar al mismo José Andrëa (algo que por lo leído en la red, no es el único al que le ha pasado), clara demostración de lo parecidos que son ambos cantantes (una apuesta, pues, continuista del grupo, para mí acertada). El tema en sí me gusta, me parece un buen single, pero estaría en el segundo escalón de temas del disco…no me entusiasma tanto como a la mayoría de críticos que he leído. A diferencia de lo ocurrido con “Satanael”, que ya explicaré un par de párrafos más adelante, “Xanandra” solo había sido escuchado por mí un par de veces antes de descargar el álbum completo, por lo que al oírla de nuevo apenas la recordaba. Para acabar el parrafazo, el detalle de que está dedicada a Olatz, la ex-mujer de Txus. 

Y con “Sácale brillo a una pena” llegamos al primer “bajón” del disco. No es un mal tema para nada (pocos de Mägo lo son a mis oídos), pero no tiene la fuerza y el gancho de los tres primeros. Quizá el estribillo es lo más rescatable de la canción, y eso para mí suele indicar que no es un gran tema.

“Satanael”, EL tema. Desde que lo escuché por primera vez (salió después de Xanandra y antes que el resto del disco) me atrapó. Por su música, por su letra, por su mensaje sobre todo. La letra es en primera persona, y se nos presenta una entidad sin duda maligna, que se va mostrando en forma de numerosas ramas y aspectos de la sociedad (la guerra, la crisis, la banca, la religión, la política, la prensa…). El estribillo, también muy pegadizo, invita al que escucha a “besar” a este ser, a unirse a él y aceptarlo para poder “ser libre”. Y la composición finaliza con un acertadísimo “Soy la civilización” que resume el concepto que, creo, quiere transmitir la canción: La civilización actual es el mismo diablo. Aunque si he de elegir una parte de la letra, me quedo con la que habla de la prensa (“Soy la prensa, vivo en la opinión, manipulándote por un mundo mejor. Tus miserias me hacen revivir y si piensas moriré. Soy mentira, soy media verdad, me temen más por lo que callo que por lo que suelo decir.”) Y eso que yo quiero estudiar periodismo, por cierto… Bueno, en resumen, el tema que más me gusta de todo el disco, que escuché como 50 veces antes de hacerlo junto al resto del álbum, y que fue el que en su momento me convenció de que “Hechizos, pócimas y brujería” sería mejor de lo que había esperado con anterioridad. Musicalmente un aire muy “Astaroth”, por cierto, sobre todo al principio. Y una parte “folk” que por un momento me transportó a la banda sonora de Pocahontas.

“No pares” es quizá el tema que menos me atrae, y es que no son muy de mi gusto las canciones más “cañeras”, además de que se me hace dificilísimo de cantar (lo cual da más mérito a un Zeta que, eso sí, se sale especialmente en este tema). La parte instrumental me guste más que la parte cantada, algo bastante excepcional. Eso sí, la parte de “Somos hijos de la noche…” sí me gusta mucho. 

No estaría muy desencaminado si dijera que “A marcha das meigas” es uno de los temas instrumentales que más me gusta de Mägo de Oz (intros aparte). No me van mucho las instrumentales, pero ésta sí me gustó, y puede que influya en ello el hecho de que sea tan breve. En una crítica vi llamar a esta canción, con tono burlesco, el “We will rock you” del folk. La verdad es que me parece un título muy acertado, aunque yo no creo que sea necesariamente motivo de burla.

Llegamos a la balada del disco, “Quiero morirme en ti”, que lo cierto es que la primera vez que la escuché no me llamó nada, y esto unido a que mi situación sentimental actual no aconseja escuchar baladas, hizo que pasara unos días sin re-escucharla. Pero cuando me puse a ello, fue gustándome más con cada escucha, y me ha acabado pareciendo una muy digna balada, aunque bastante lejos de las mejores de la banda (la ya mentada “Desde mi cielo”, “El peso del alma”, “Adiós, Dulcinea”…)

 “Sigue la luz” es un tema bastante distinto al resto, algo que posiblemente se deba a que está en parte compuesto por Carlos Escobedo de “Sober”. En la letra me recuerda muy mucho a “Mañana empieza hoy”, aunque musicalmente tiene poco o nada que ver. Es una canción que levanta el ánimo, por tanto muy bien colocada a continuación de la balada, y pegadiza tanto en su estribillo como en los coros (los “oh oh oh”). Pero solo eso, no creo que sea de lo mejor del disco.

“El mercado de las brujas” es un buen tema, pero le falta algo… Posiblemente la letra es de las que menos me gusta del disco (un disco que ya de por sí no es especialmente prolífico en letras, con las honrosas excepciones de “Satanael” y “Piratas”), y musicalmente tampoco es una maravilla. Aun así me gusta más que “Sácale brillo a una pena” o “No pares”. Por cierto, tiene una parte instrumental que me recuerda muchísimo (de hecho, no sé si sea la misma) a alguna de una canción de un disco anterior… No sabría decir cual, no soy muy bueno en asociar partes instrumentales y solos con sus canciones.

La otra instrumental del disco, “Celtian”, es de muy agradable escucha, muy celta como su propio nombre indica, aunque ésta, como la mayoría de instrumentales, sí se me hace un poco larga. Me gusta más, por tanto, “A marcha das meigas”.

Y entonces empieza a sonar “Brujas”, un tema que desde antes de empezar a escucharlo intuí que me iba a gustar mucho…y diría que incluso superó mis expectativas. Podría catalogarla como “la peor de las mejores canciones del disco”, aunque desde luego está mucho más cerca de éstas que del resto. Unos tambores y un ritmo que te hacen imaginar un aquelarre y a las brujas bailando alrededor de la hoguera. Una letra bastante decente en comparación con la mayoría de las del disco. Y la genial Patricia Tapia dándole voz a esta canción que, como Txus admitió, estaba hecha exclusivamente para ella (y se nota). Y en este punto aprovecho para hablar de otra curiosidad: Txus confesó en una entrevista que se planteó incluso darle a Patricia Tapia el papel de cantante principal de la banda (coincido con él en que las capacidades las tiene de sobra) pero no se atrevió a hacerlo porque pensó que el cambio de voz masculina a femenina sería muy brusco. Creo que tiene razón, aunque personalmente la voz de Patricia me gusta más que la de Zeta o la de José Andrëa. Como último detalle sobre la canción, el curioso recurso con el que, al final de la canción, se pasa del ritmo rápido que impera en el tema al ritmo pausado del principio: un efecto que aparenta el de un disco antiguo al estropearse y, poco a poco, dejar de sonar.

Acabamos con el tema que da título al disco, y del que desde la primera escucha he mantenido la misma definición: es una gran canción, pero algo floja para tratarse del punto final al disco, más si comparamos, como decía antes, con las de álbumes anteriores. Bastante por debajo de las mejores del disco, la verdad, aunque, en oposición a “Brujas”, ésta podría ser “la mejor de las peores canciones del disco”. Lo mejor, para mí, los distintos ritmos que tiene la canción (algo habitual en las de final de disco, y lógico teniendo en cuenta su habitual larga duración), ya que tiene partes “baladescas” si se me permite el palabro, partes mucho más animadas y, de nuevo, un estribillo pegadizo. 

Y acabé la escucha del disco con ganas de escuchar otra vez las canciones que más me habían gustado, y de darles otra oportunidad a las que no tanto, cosas que fui haciendo a lo largo de los posteriores días (siendo “Quiero morirme en ti” y “El mercado de las brujas” las más favorecidas con las re-escuchas). En conclusión, un disco que me ha gustado mucho, con el gran mérito de no haber dejado notar las bajas del grupo (especialmente la de José Andrëa), con algunas canciones que incluso me atrevería a decir que son de las mejores de la historia de la banda (especialmente “Satanael”), un espíritu muy Mägo y, quizá como rasgo más distintivo del disco, unos estribillos muy pegadizos, y como punto más flojo, las letras, no del todo malas (algunas incluso muy buenas), pero lejos del nivel habitual de las composiciones de Txus di Fellatio. Le falta bastante para acercarse a entrar en mi podio de álbumes de Mägo (hasta ahora formado indiscutiblemente por los dos primeros “Gaia”s y “Finisterra”), pero estaría ahí ahí con los también enormes “Jesús de Chamberí”, “La leyenda de la Mancha” o “Gaia III” y bastante por encima de los más flojos “Belfast” o “La ciudad de los árboles”.

¡Y eso es todo! Espero que no se os haya hecho muy largo, que los que hayáis escuchado el disco no polemicéis mucho conmigo y que los que no lo habéis escuchado os den ganas de hacerlo. Y acabo con la frase de “H2Oz” que deja a las claras que Mägo de Oz sigue muy vivo:
“Bailemos y cantemos, pues la bruja no murió.”